Información sobre los pendientes

Cada pendiente está hecho con flores y hojas reales. Éstos, al ser naturales, son impredecibles, por lo que algunas flores pueden presentar pequeñas grietas, cambios en la tonalidad o irregularidades en la forma. Eso forma parte de su encanto y, para mí, son huellas que muestran su autenticidad, lo que hace que cada pendiente sea una joya única e irrepetible. Al no ser piezas industriales, tienen el valor de lo hecho a mano con un toque humano que los hace muy especiales.

Consejos para alargar su vida
  • No mojar ni utilizar en lugares muy húmedos.

  • No utilizar alcohol ni productos químicos para limpiarlos, ya que podrían perder el brillo y dañar la superficie del pendiente. Para mantenerlos como nuevos, la mejor forma de limpiarlos es con un paño seco y frotar suavemente.

  • Guárdalos en un lugar protegido de la luz solar directa, preferiblemente en su bolsita original.

  • Evita los roces con superficies duras que puedan arañarlos.

  • Es recomendable ponerlos después de aplicar perfumes o lacas para que no modifiquen el brillo del pendiente.

Cada pieza se sella a mano una a una, pero no existe un sellado 100% hermético. Siempre hay un margen de imperfección propio del trabajo artesanal. Es por eso que los pendientes no deben mojarse ni exponerse a lugares muy húmedos o temperaturas extremas (baños turcos, duchas, saunas, mar, etc.)